domingo, 17 de junio de 2012

Capitulo 27

#Let us die young or let us live forever we don't have the power but we never say never.
~Hailey~
Aquellos primeros días en Nueva York con los chicos habían sido una auténtica locura, salíamos todas las noches, bebíamos, bailábamos, ni un día de descanso y menos ahora. Danny yo decidimos intentar algo juntos, estaba completamente segura de que saldría bien, ese imbécil pecoso me ponía y mucho. Ahora estaba tumbado a mi lado, yo lo miraba, y recordaba la noche anterior. Los dos en la pista de baile, las canciones no paraban y yo sentía que necesitaba bailar, tomé una copa y después otra y otra más no estoy segura de cuanto bebí... Danny me sostenía por la cintura y se pegaba a mí, él también estaba algo bebido, me acerqué a él con la intención de besarlo y me paré justo a un milímetro de su boca, lo miré a los ojos, desafiante y le besé de forma rápida y precisa. Me miró de forma pícara y esta vez fue él quien se acercó a besarme hice un amago y no le dejé que lo hiciera, me miró divertido y yo reí, le hice señas para que me suiguiera lejos de la multitud. Fuera del local yo me tambaleaba con los tacones pero no me importaba, me los quité y eché a correr, el salió tras de mí y me alcanzó, esta vez dejé que me besase, fue un beso largo, intenso, nuestras lenguas jugaban y yo le mordí suavemente el labio. Volvimos a casa y entramos en la habitación, olíamos a alcochol y sudor y a mi eso me excitaba más, empezó a desabrocharme la blusa y yo hice lo propio con sus pantalones, me besaba con pasión y yo respondía gustosa, acarició mi vientre y me desabrochó el sujetador con habilidad; lo que me hizo pensar con cuantas habría podido estar antes, la idea se fue tan rápido como vino cuando él empezó a besarme, bajó por mi cuello y continuó besando mi pecho yo cada vez estaba más excitada y él también, en pocos minutos estábamos completamente sin ropa, nos besábamos frenéticamente, sentía como sus manos recorrían todo mi cuerpo y yo jadeaba de placer y cansancio, entró dentro de mí con movimientos fuertes yo gemía y cada vez más fuerte y el jadeaba a causa del esfuerzo, le apretaba contra mí con fuerza, con pasión, llegamos al clímax los dos a la vez.
Agotados caímos en la cama, me besó dulcemente, como solo él podría hacerlo, y nos quedamos dormidos.
Mientras yo recordaba todo aquello no me había dado cuenta de que Danny me miraba con interés.
-¿En qué pensabas?
-En anoche-Respondí, automaticamente una sonrisa se poso en su boca.
-Estuvo bien ¿Eh?
-Estuvo mejor que bien-Me acerqué para volver a besarlo.
Me desperecé estirándome un poco y me levante de la cama, no llevaba nada de ropa encima, cogí unos shorts y una camisa y me metí en la ducha.
Mientras el agua templada caía sobre mi cuerpo yo comencé a pensar en Alanna, ella no podía estar con Harry, probablemente estaría en casa hecha un lío y llorando ¿Era egoísta por mi parte haber venido con los chicos sin pensar en ella? Sabía de sobre que no era un buen momento para torturarme, pero ella era mi mejor amiga. Empezaba a recordar un poco mejor lo de anoche... Me veía hablando con Danny, estaba serio, intenté hacer más memoria aún, me hablaba de Harry, una chica.... ¿Qué chica? ¿Quién era? ... Ahora lo veía todo...
Danny hablaba con un tono amargo en su voz, no le gustaba esa situación, me estaba hablando sobre Izzie la novia de Harry, yo lo miraba y le preguntaba sobre ella, él me contó que Harry la quería muchísimo, que fue su primer gran amor y que habían estado mucho tiempo juntos, ella también era vampira pero convertida por otro, no lo sé... Empezó a dolerme la cabeza no podía recordar nada más... pero ¿Por qué me había contado Danny todo esto? ¿Por qué? ... Algo se me escapaba.
Salí de la ducha, y me sequé con la toalla, me miré al espejo, estaba completamente blanca, mis ojos verdes brillaban con intensidad en el espejo, rugió mi estómago.
-Tengo hambre- Dije en voz alta para que se me escuchase en el otro lado.
-Vamos a bajo a desayunar.
Salí del baño y antes de que Danny pudiese intentar pillarme yo ya había salido escaleras abajo y en menos que canta un gallo estaba sentada en la silla de la cocina. Dougie y Harry deboraban un plato de huevos fritos y bacon, cuando llegué a la cocina tenía en mente unos cereales pero al verlos comer con tanta gana se me apeteció lo mismo, así que me puse manos  a la obra y preparé dos raciones más para Dan y para mí. Me ofrecí a fregar los platos, los demás se fueron al salón y cuando terminé les dije que me iba  ami habitación, enfaticé con un "quiero estar sola" a lo que Danny respondió con una mirada de preocupación, le sonreí en señal de que todo estaba bien y eso pareció tranquilizarlo. No pensé que hora podría ser en la otra punta del mundo, de todas formas Alanna seguro que me cogería el teléfono.
-¿Alanna?
-Hailey ¿Eres tú?
-¿Quién si no? - Me mofé.
-Qué alegría que llames ¿Cómo te va todo?
-Genial, de maravilla, estar con Danny es como un sueño, es.... bueno... es todo perfecto, pero te echo de menos.
-No digas eso, tonta, pronto volveremos a estar juntas, simplemente han surgido problemas.
-¿Cuánto tiempo crees que tardará todo en volver a la normalidad?
-No lo sé, te echo mucho de menos, me encantaría tenerte aquí ahora
-Lo sé, a mí me encantaría volver a quedar como antes, las tres, como si nada hubiese pasado-La conversación estaba tomando un punto triste, y lo cierto es que  a ninguna de las dos nos apetecía llorar, era la primera vez que hablábamos desde que nos separamos.
-Bueno ¿Qué me cuentas, pequeña putita?
-¿Qué te cuento de qué?- Reí ante su pregunta.
-Esa risa es de "he hecho algo y quiero que me sigas preguntando para decirtelo" -Rió- ¿Sabes? Eso es más propio de Lena que de ti.
-Bueno, puede que haya hecho algo.
-Tú te has tirado a Danny, vamos seguro.
-¿Tú qué eres vampira o medium?
-Un poco de todo, ya sabes, soy medio bruja- Reímos sin parar durante un buen rato.- Así que te lo has tirado... Interesante...
-No se si interesante es la palabra que buscas -Continuamos riendo.
-Mi pelirroja y sus noches locas-Dijo con un tono que rozaba lo dulce en lugar de la broma.
-Dejemos de hablar de mí, ¿Has conocido a algún tío bueno por ahí?
-No he tenido tiempo de salir de casa, estoy aquí sujetando velas a mi hermana y su novio...-Vaciló un instante, estaba apunto de decirme algo importante- También son vampiros-Hubo un ligero silencio.
-¿Qué?-Dije casi sin creérmelo del todo.
-Si... Parece increíble ¿Eh? ...  Y sabes ¿Qué?
-Sorpréndeme-Dije con un tono de burla intentando ocultar mi sorpresa.
-El novio de mi hermana es el amigo ese de Levi y Ryder.
-En menudos líos te metes
-¿Yo? Ya me conoces, soy una lianta...  Alanna Buscadora de Problemas Profesional-Contestó. Reímos.
Continuamos hablando durante un rato, recordamos viejos momentos y colgamso prometiendo vernos de nuevo.
Cuando acabé de hablar con ella me picaba mucho la garganta así que me encerré en el cuarto y deje paso a las lágrimas,sabía que la iba a echar mucho de menos, pero jamás imaginé que tanto, el no saber cuando volvería a verla me acabaría matando, no sé cuanto tiempo pasé tumbada en la cama mirando viejas fotos, solo sé que cuando Danny entró preocupado en mi cara no quedaba ni rastro de maquillaje ni la hinchazón de unos ojos que han pasado casi una hora llorando.
-¿Qué has estado haciendo?-Me preguntó entre preocupado e informal.
-Recordando momentos...-No quise dar muchos detalles y por suerte él pareció notarlo.
-Bueno, desde mi punto de vista creo que deberías crear nuevos recuerdos... Te invito a cenar.
-¿Cenar? ¿Cuánto rato llevo aquí?
-Mucho, venga, vístete. ¿Prefieres una cena formal o ...
-Formal-Le interrumpí- Hoy me apetece cambiar.
-Genial, vuelvo en un minuto, espera aquí.
No tardó ni un segundo en volver, ni tan siquiera me dio tiempo a revisar mi armario en busca de algo decente que llevar puesto.
-Toma esto es para ti-Dijo mientras extendía hacía mí una bolsa que solo por el aspecto parecía cara.
-¿Qué es?-Dije antes de abrirla.
-Ábrela-Me apremió.
Saqué un regalo en vuelto con un precioso papel dorado, me quedé fascinada por un momento, lo miré inquisitiba y me hizo un movimiento con la cabeza apremiándome a desenvolver lo que quiera que fuese aquello. Con mucho cuidado fui abriendo el paquete, no quería romper ese papel de regalo tan bonito, al acabar de desenvolverlo me encontré con el vestido más bonito que había visto en mi vida, era de una seda color tierra, tenía ligeros destellos y un cordón color dorazo hacía de contirún en la cintura. Miré a Danny.
-¿Es para mí?
-Por supuesto, anda pruébatelo.
Me metí veloz en el cuarto de baño y me coloqué el vestido con delicadeza, a tiempo de comprobar que era más largo por atrás que por la parte de delante, me miré al espejo maravillada por lo bien que me quedaba y salí fuera buscando también su aprobación. Su sonrisa fue más que suficiente. 
-Todavía no he acabado-Dijo. Salió de la habitación y volvió a entrar unos segundos después, esta vez traía en las manos una caja muy grande cubierta con papel color rosa y una lazo de un tono un poco más fuerte, levanté la tapa con cuidado y encontré dos cajas más dentro, la primera más grande tenía unos zapatos preciosos del mismo color del vestido, con un tacón lo suficientemente altos para que me boca quedase a la altura de su barbilla, en la otra caja había una gargantilla de oro que me dejó sin respiración, era todo demasiado perfecto. Él la cogió entre sus manos y me hizo una señal para que me diese la vuelta, colocó con sumo cuidado el trozo de oro en mi cuello, me giré con delicadeza y lo miré a los ojos, el sonreía, lo besé, de la forma más dulce en la que jamás he besado a nadie. Volví a al baño, me hice una preciosa y larga trenza con mi pelo rojo y en la punta coloqué un lazo dorado, me maquillé muy poco para no desentonar con la naturalidad que me daba esa ropa y salí del baño. Danny estaba en la puerta esperándome, vestido con un precioso traje de chaqueta negra y camisa blanca abierta hasta el segundo botón, elegante pero informal, solo él podría conseguirlo. Me llevó al restaurante más elegante de la ciudad, todo el mundo nos miraba y yo, esa chica normal que escupía sobre los cuentos de hadas, ahora era la princesa de la historia más bonita jamás contada. Cuando terminamos de comer me vendó los ojos, y cuando me los descubrió yo estaba en lo alto del mundo, no estaba muy segura realmente pero estaba tan alto que tenía la certeza de que si alzaba la mano podría coger una estrella del cielo. Pero a pesar de estar tan oscuro, podía ver con claridad el color exacto de sus ojos, creo que nunca había visto un color tan perfecto como aquel. Y sin ninguna duda, en el instante en que me besó y sentí el calor de sus labios contra los míos, creo que fue en ese exacto momento en el que descubrí que algo había cambiado, estaba lista para gritarle al mundo, que me había enamorado.


PD: es un capítulo muy mierdo, pero prometo que el próximo lo haré mucho mejor.


3 comentarios:

  1. me encanta tú historia. Me la he leido toda en un dia xD
    Enserio me encanta como escribes.
    PD:Suve pronto :)

    ResponderEliminar
  2. Oye tiaa! Tú has pensado en ser escritora de verdaad? A lo grande digo, porque no sólo el argumento, la forma de escribir es genial :) Te lo digo de verdad, te sigo desde hace un tiempo y me encantaa!
    :)
    http://www.viviendoennuestrocuento.blogspot.com.es/

    Un besoo^^

    ResponderEliminar