miércoles, 20 de julio de 2011

Capitulo 3

# You had my heart


~Alanna~ 
Por fin había llegado a casa de Hailey, toqué dos veces en la puerta y me abrió, sonriente como siempre; su pelo liso y largo, pelirroja de ojos azules, siempre vestida tan informal, llevaba una mini-falda vaquera, una camiseta de "My Chemical Romance" negra y sus converse negras con estrellas blancas.Me miró extrañada, estuvo a punto de perder la sonrisa.
-Por favor Hailey, no digas nada-me apresuré en decir, ella me seguí mirando con los ojos muy abiertos, esperando una explicación.
-Hey chicas, Alanna por fin llegas- Ahí estaba Lena, con su melena rizada y rubia, sus ojos verdes me miraban expectantes, llevaba puesto su vestido verde y sus zapatos blancos, esos colores siempre le sentaban bien a su piel morena.-Alanna...
-Por favor no digáis nada-No sabía que decir para que me dejasen explicarme, tenía miedo, no sabía como se lo tomarían, ni siquiera sabía si tendría una oportunidad para aclararlo todo.
En la cara de Lena podía ver el miedo, mientras que Hailey seguía buscando una respuesta a mi aspecto, después de evaluarme seriamente me dijo:
-¿Qué te has hecho?-No estaba muy convencida cuando me preguntó.
-Yo...-No sabía como empezar, tampoco me dejaron, Hailey continuó preguntando cosas.
-Anoche cuando nos vimos tenías un tono de piel más...humano... ya sé que nunca has estado muy morena pero esto... y tus ojos ¿Qué les ha pasado?
-Por favor, dejadme explicarlo, confiad en mí.
-Alanna, queremos creerte, pero de un día para otro llegas así...
-Hailey, Lena... Os cuento la historia y después me decís lo que sea ¿De acuerdo? -No sabía como pedirles que me dejasen hablar. Poco convencidas aceptaron mi petición.
Les conté mi historia lo que me ocurrió cuando llegué a casa; cuando acabé mi relato, se miraron la una a la otra con incredulidad, fue entonces cuando me aparté el pelo y les enseñé las marcas que habían dejado en mi cuello los colmillos de aquel chico. En ese momento pude verlo en sus caras. Me creían.
-Te ayudaremos en todo lo que podamos-Me dijo Hailey.
No sabía por donde empezar, ni siquiera había pensado que hacer después de contarlo a mis amigas.
~Narrador~ 
Tom abrió la puerta y sentado en el sofá se encontraba Harry.
-Danny, Dougie, venid al salón-Tom hablaba sin alterar la voz, intentaba mostrarse relajado y tranquilo para no despertar sospechas.
-¿Qué ocurre, Tom?
-Explícamelo tú, Harry -Hizo una pausa, tomó aire despacio - ¿Por qué hay una vampira dando vueltas por la ciudad? -Cualquier otra persona hubiese gritado, pero Tom no, estaba tranquilo intentando abordar el tema desde un punto razonable.
Las caras de los otros chicos pasaron de la tranquilidad al nerviosismo, no podían creer lo que estaban escuchando.
-¿Cómo que vampira?- Preguntó Danny algo preocupado.
-Yo también quiero enterarme...Harry...
-¿Por qué he tenido que ser yo?- Hablaba seguro de sí mismo, no quería que los demás notasen su nerviosismo.
-Eres el único que salió anoche-Tom no daría su brazo a torcer tan fácilmente.
- Y ¿Cómo puedes estar tan seguro de que fue mordida anoche?-Harry empezaba a flaquear, se derrumbaría tarde o temprano, no se pude engañar a Tom.
-Fácil, los agujeros del mordisco están muy abiertos, aún no tiene colmillos y la piel es más pálida de lo normal en un vampiro, no pude verle los ojos pero estoy seguro que eran color miel.-Argumentos tan precisos acabarían con cualquiera y así fue.
-Vale...lo reconozco...fui yo...
-¿Por qué?-Quiso saber Dougie.
-No lo sé, fue un momento extraño, cuando la vi, comencé a tener sed, pero no era normal, me quemaba la garganta, me hacía daño, lo necesitaba, tenía que ser ella.
-Eso no es excusa -Danny estaba más nervioso que los demás-todos hemos tenido sed alguna vez- hizo una pausa larga, miró a Harry a los ojos y más tranquilo añadió -Conoces las normas, hay que escoger a gente que nadie conozca, vagabundos, viejas viudas, extranjeros sin familia cerca, personas a las que nadie echará de menos en mucho tiempo una vez desaparezcan, además ¿Cómo se te ocurre dejarla viva?, ahora tenemos a una vampira suelta que no conoce nada sobre nuestro mundo.
-No quería acabar con su vida, era tan joven...
-Sigo sin entender porqué entraste a su casa a morderla-Dougie pensaba que eso no podía ser cierto.
-No pude evitarlo...-Ahora Harry se sentía culpable, sus palabras eran como disculpas, sentía haberlo hecho, pero por una parte era feliz, y él aún no sabía porqué.
-Dejemos este tema, tenemos que buscar a esa chica, ¿Dónde puede estar?
-Podríamos esperarla en su casa- Todos estaban de acuerdo con la propuesta de Harry.
Tenían muchas cosas en las que pensar y decidieron no perder más tiempo, Danny y Harry salieron juntos rumbo a la casa de Alanna.
~Alanna~
No quería volver a casa tenía miedo, Hailey me invitó a quedarme es la suya todo el tiempo que fuese necesario, acepté, pero antes tenía que coger algunas cosas. Se ofreció a acompañarme, Lena sin embargo se mostraba reacia e insistía en que yo debería ir al médico, no la culpo, yo en su lugar también tendría miedo, fue a su casa a por otras cosas, prometió pasar la noche con nosotras, debo reconocer que son mis mejores amigas, cualquier otra persona me habría tomado por loca y me habría mandado a un manicomio.
Eran las cinco y media, Hailey y yo salimos de su casa, por el camino me explicó que ella y Lena no estaban muy seguras al principio, que pensaban que era una broma, pero al ver la marca de mi cuello dejaron de tener dudas. En ese momento sentí la necesidad de abrazarla, y así lo hice; allí estábamos las dos, en mitad de la calle abrazadas, yo lloraba, y ella con su típica sonrisa intentaba consolarme, me susurraba al oído cosas como "Las vampiras no lloran" "Si sigues así te convertirás en murciélago", no pude evitarlo, comencé a reír con ganas, esa era Hailey la única capaz de hacerte reír en cualquier momento. Recorrimos el resto del camino en silencio, de nuevo la gente, esas miradas acosadoras, sentí el impulso de gritar un "Dejadme en Paz", apreté los puños, pero cuando me quise dar cuenta estaba en la puerta de casa con las llaves en la mano; cuando estaba apunto de introducirla en la cerradura un escalofrío recorrió mi espalda, me detuve un instante, parada frente a la puerta, mirando fijamente el picaporte, entonces noté la mano de Hailey sobre mi hombro, reuní el valor suficiente y abrí la puerta. Mi casa estaba silenciosa, demasiado silenciosa, volví a sentir el escalofrío, "Alanna, tranquila, subimos a tu habitación, cogemos las cosas y nos largamos de aquí" me dijo Hailey. Nos dirigíamos hacia la escalera, en cuanto puse un pie en el escalón pude sentirlo "Hay alguien más en la casa", Hailey me miró, alzó una ceja y me respondió "no, no hay nadie, vamos", yo no estaba muy convencida pero tenía que llegar a mi habitación, no podía permitir que el miedo me impidiese pasear por mi propia casa. Recorrimos el pasillo de arriba lentamente hasta legar a mi habitación, estaba cerrada, cogí el picaporte, pero cuando estaba apunto de hacerlo girar escuché un ruido "¿Has oído eso?" pregunté, "Venía de la habitación", cerré los ojos, apreté los dientes con fuerza; con decisión giré el picaporte y abrí la puerta.  









1 comentario: